EL YAGUATENSE.NET,RD.El
diputado del Partido Revolucionario Dominicano, licenciado Rafael Abreu,
condenó la acción policial, donde civiles apadrinado supuestamente por agentes
policiales, ultimaron un civil y propinaron heridas de armas blanca a otros
cinco personas, en un centro de expendio de bebidas
alcohólicas en el pasado
domingo en la comunidad de Juan barón, del Municipio de Sabana Grande de
Palenque.
En el hecho murió
Bernardino Rosario Angomas, al recibir heridas de armas blancas, donde también
recibieron heridas otras cinco personas, entre ellas Confesor Germán, de 37
años, cuando un grupo de civiles se presentaron a legamente con agentes de la
Policía Preventiva al bar “El Calimbo”, de Juan Barón, donde se originó la
trifulca.
“Los policías que
fueron los que apoyaron eso allá, deben ser suspendidos de sus labores y
sometidos a la justicia, y los civiles
homicidas enviarlo a la justicia ordinaria, hay varios policías que
participaron”.
Rafael Abre,
explicó que este hecho donde murió y otro cinco resultaron hedidos, tiene un
parentesco con lo que paso a comienzo de año en Los Alcarrizos, donde fueron
muertos varias personas y otras heridas.
Al mismo tiempo el
legislador opositor agregó, que la popularidad también hay que usarla con la
macana, que está de acuerdo con los métodos del tirano Rafael Leónidas
Trujillo, porque el orden hay que mantenerlo.
“Yo le dijo al
presidente Danilo Medina, que la popularidad hay que usarla con la macana, que
siempre está de acuerdo con Trujillo, y estoy de acuerdo con Trujillo otra vez,
en el orden que hay que mantenerlo, el orden caiga, quien caiga, si yo hago
desorden que aplique a mí la ley, y que la policía no se fleje, que se apriete
mas, en el sentido, y los jueces también que
se venden, y los fiscales se están aflojando”.
Manifestó, que
todos los agentes policiales que están extorsionados a los conductores de
motocicletas deben ser cancelados.
Dijo que cada día son apresados decenas de
motocicletas aún teniendo sus documentos en reglas, y luego son matuteados
supuestamente por los agentes policiales.
Autor
Carlos Corporán