EL YAGUATENSE.COM,RD.-La audiencia, en la que el tercera base de origen
dominicano Alex Rodríguez busca revocar una suspensión de 211 juegos por
posible dopaje, comenzó en Nueva
York ante el juez de arbitraje,
Fredric Horowitz.
En Florida, autoridades del estado informaron que
iniciaron una investigación penal sobre las actividades de la clínica y
Bosch podría tener también problemas legales.
Rodríguez, de 37 años, como había declarado el
pasado fin de semana en Houston, donde estuvo con su equipo de los
Yanquis de Nueva York en la última serie de la temporada regular,
cumplió su palabra de acudir desde el primer día a todas las sesiones
que se vayan a dar.
El toletero de los Yanquis se presentó junto a sus
abogados para la audiencia en la sede de Grandes Ligas, que es la sede
en la que se va a ver su caso de apelación.
Rodríguez fue suspendido el 5 de agosto por
supuestas infracciones al reglamento antidopaje y el convenio laboral de
las mayores.
Como es su primera infracción, amparándose en la
normativa antidopaje y que el gremio de peloteros radicó la apelación,
la suspensión no puede entrar en vigencia hasta que sea ratificada por
un juez de arbitraje.
El sindicato argumenta que la sanción carece de
causa justa y es excesiva. Si no hay acuerdo entre las partes, Horowitz
debe pronunciarse en los próximos meses.
Rodríguez sobresale dentro de los 14 peloteros
castigados por Grandes Ligas tras la investigación de la trama de dopaje
de Biogenesis, una clínica de tratamientos de rejuvenecimiento
establecida en Coral Gables (Florida).
La clínica luego también resultó ser un centro de
distribución de sustancias dopantes que consumían algunos peloteros de
las Grandes Ligas.
A-Rod fue el único que apeló, mientras que los
demás aceptaron las sanciones, entre ellos Ryan Braun (Milwaukee), los
dominicanos Nelson Cruz (Texas) y Jhonny Peralta (Detroit).
Anthony Bosch, el dueño de Biogenesis, acudió el lunes a la audiencia para rendir testimonio.
Una firma de relaciones públicas difundió una foto
que lo muestra mientras caminaba por los pasillos de las oficinas de
las Grandes Ligas.
